Justin Hager es un artista autodidacta que vive y trabaja en Nueva York.

Sus pinturas e ilustraciones se inspiran en su infancia, mezclando el concepto de nostalgia con imágenes y recuerdos de la cultura pop y la mugre callejera.

Pasó sus años de estudiante patinando, revolviendo en tiendas de segunda mano, escuchando discos y cintas de casete, viendo películas de los 80 y 90 y comiendo comida rápida. Todo ello, esa mezcla de angustia, rebeldía divertida y esperanza, inspira y da forma a su arte.